Son muchas las personas que tienen una opinión negativa de sí mismas:
“Soy un desastre” pensaba Pedro cuando de nuevo se había olvidado de preparar la comida para comer en la oficina…
“No se hacer amigos” pensaba Laura cuando sentía que no sabía de qué hablar con sus compañeros de clase de Alemán…
“Es imposible cuidar mi alimentación” decía Alicia cuando al llegar a casa después de una larga jornada terminaba por hacerse un bocadillo…
“Nunca cumplo lo que me propongo” comentó Javi cuando sólo había leído una página de un libro después de tres semanas…
“No acabo lo que empiezo” pensaba Nestor cuando se estaba apuntando a un nuevo curso de Marketing…
“Soy incapaz de madrugar para ir al gimnasio” pensaba Eva cuando sonaba el despertador y lo demoraba 1 hora más…
Pero…¿es siempre oro lo que lo parece? ¿son realmente las cosas siempre como las pensamos? Pues la verdad es que no…Probablemente estén cometiendo errores a la hora de intentar lograr sus metas. Errores puntuales que TIENEN solución…
Errores y/o barreras que nos llevan a no conseguir nuestros objetivos y finalmente no sentir que somos la persona que queremos ser:
– No tener claras las metas.
¿Sabes con claridad, hacia dónde te diriges?
¿Sabes lo que quieres conseguir (resultado esperado)?
¿Sientes que llevas la dirección del barco o eres un barco a la deriva? ¿Las metas las consideras tú como importantes o lo considera la sociedad?
Si las metas no son personales corremos el riesgo de:
- Ir perdiendo fuerza/motivación en el proceso. La motivación sólo se mantendrá si las metas están asociadas a nuestros deseos y valores más importantes.
- No estar comprometidos. El compromiso nos da fuerza para pagar el precio por alcanzar nuestras metas.
» Las metas en la vida son esos faros que nos iluminan en las noches cuando navegamos por este oscuro mar (mundo) cambiante»
– Plantear metas a corto medio y largo plazo.
Es importante encontrar algo de aliento en el camino sino es muy probable que nos cansemos o perdamos motivación.
Consiste en desglosar la meta final en pequeños pasos.
– No conectar las metas con los objetivos.
Vale, sabes a dónde quieres llegar, pero ¿sábes cómo llegar? ¿sábes cómo conseguirlo?
– No establecer planes de acción.
Perfecto, ya sabes lo que quieres y por qué lo quieres. ¿Pero has pensado el plan para conseguirlo? ¿Has organizado los pasos a seguir?
– No adaptar los planes de acción a los objetivos.
Cada objetivo debe tener asociado un plan que incluya diferentes acciones dirigidas a la consecución del mismo. Establecer objetivos y planes de acción por separado no nos llevará a conseguir lo que nos propongamos.
– Establecer planes de acción muy exigentes.
Posiblemente este es el error más común que finalmente nos lleva a una sensación de fracaso terrible. Tenemos tantos deseos que nos planteamos realizar ciertas acciones sobreestimando nuestra capacidad de realizarlas. Exigencias que con poca probabilidad conseguiremos. Tengamos en cuenta que…Las cosas de Palacio van despacio.
– No corregir los planes de acción.
A lo largo del proceso pueden surgir muchos factores que no dependan de nosotros y que nos dificulten cumplir nuestro plan de acción. Es por ello muy importante tener capacidad de flexibilidad y adaptación de modo que, cuando surjan imprevistos o las cosas no sean como pensábamos, podamos realizar cambios en nuestro plan para dirigir de nuevo a la consecución del objetivo.
– No confiar en tus capacidades.
Si establecemos metas muy exigentes u objetivos no adaptados a nuestras necesidades personales es posible que dado que nuestra motivación se resiente, sintamos que no tenemos la capacidad para hacer frente. Por ello debemos tener especial cuidado a la hora de elegir la meta, conectarla con objetivos y establecer el plan de acción. Ya que para que tengamos éxito es necesario tener fe en nosotros y para tener fé en nosotros tenemos que sentirnos tranquilos y cómodos.
– Carecer de autocontrol emocional .
El proceso de cambio, está cargado de emociones. Tener recursos para saber gestionarlas es imprescindible.
Andrea Vizcaíno Cuenca, Psicóloga y Coordinadora del Servicio Psicología Policlínica Maio.
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