La comunicación es el génesis para poder interactuar socialmente; expresar nuestras emociones, sensaciones de agrado y desagrado, puntos de vista, ante cualquier evento o causalidad, independientemente de la forma en la que podamos realizarla y más si existe un compromiso neurológico. Por eso resulta fundamental actuar con celeridad en los pacientes que hayan sufrido ictus, ACV y/o hemorragias cerebrales, o que tengan alguna enfermedad neurodegenerativa, entre otras, y que puedan presentar una alteración del lenguaje o del habla, suponiendo la pérdida o deterioro de la capacidad comunicativa previamente poseída, que se evidencia en el seguir una conversación, comprender lo que se les dice, o simplemente problemas a la hora de leer y escribir.
Las personas con daño cerebral pueden tener dificultades para expresarse y hacerse entender, también pueden presentar problemas en el habla, específicamente en los órganos fonoarticuladores (lengua, labios, maxilar, etc), déficit en cualquiera de las fases de la alimentación: produciendo una disfagia. También se puede ver alterada la atención, memoria, las funciones ejecutivas (la planificación de las actividades cotidianas o de las tareas que siempre ha realizado) y la capacidad para realizar procesamientos mentales.
En todo este ámbito es donde nos centramos los logopedas, abordando muchas áreas que son significativas para la calidad de vida del paciente: voz, alimentación, lenguaje, habilidades comunicativas: escuchar, hablar, pensar, leer y escribir, etc. Para poder realizar una intervención adecuada, es primordial conocer todas las dificultades que puede presentar una persona que presente como diagnóstico una afasia, disartria, entre otros, el estado actual, las características que presenta y realizar una evaluación integral que nos permita atender todas sus necesidades y por ende lograr los mejores avances con la finalidad de favorecer su entorno comunicativo.
Nuestro principal objetivo es velar por el bienestar comunicativo y potenciar al máximo todas las capacidades de nuestro paciente, Independientemente del tiempo de ocurrido el evento o suceso del paciente con DCA (daño cerebral adquirido), es importante que continúe realizando aprendizajes que reactiven las conexiones neuronales, porque tendrá mayor velocidad en el procesamiento de la información, será más ágil, más locuaz, tendrá mayor capacidad de reacción, mejorarán las funciones ejecutivas, la memoria a largo y a corto plazo, entre otras habilidades que se pueden abordar y potenciar en un niño o adulto mayor que haya tenido un DCA, todo esto lo conseguiremos con un tratamiento logopédico adecuado.
Jina Alexandra Castillo Vizcaino
Logopeda colegiada 46972 CLCV
Fonoaudióloga, Neurologopeda.
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